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Reivindicando la visión de discapacidad

María Elisa Orellana
Alumni Enseña EcuadorPerfil
meorellana2017@ensenaecuador.org
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Soy María Elisa Orellana, Profesional de Enseña Ecuador 2017, y mi historia en la educación comienza hace algunos años. Durante el tiempo que estudié mi licenciatura en Educación Básica y Especial, experimenté varias realidades educativas con las cuales no me sentía conforme, entre ellas, la realidad de las personas con discapacidad dentro del sistema educativo. Me incomodaba saber que la discapacidad en nuestra sociedad ha sido históricamente burlada, etiquetada, negada, ocultada o en el mejor de los casos como una enfermedad.
Al finalizar mis estudios, me propuse realizar un proyecto investigativo que favorezca la inclusión educativa y social de las personas con discapacidad. Con el importante apoyo de mis compañeros de carrera y diferentes amigos con discapacidad logramos crear una “Propuesta de apoyo a la inclusión de personas con discapacidad dirigida a museos y centros culturales de la ciudad de Cuenca”.
A través de este espacio investigativo pude palpar la realidad de lo que es funcionar diferente y vivir con una discapacidad; logrando transmitir lo injusto que resulta nuestro entorno social.
Entonces, entendí la importancia de brindar oportunidades de calidad para todos, pero sobre todo mi necesidad por dignificar el derecho de estas personas a ser incluidas.
Es por eso que al culminar mi carrera, postulé a Enseña Ecuador; sin duda, el INVE me ayudó a entender que la riqueza de la sociedad está en la diversidad de personas. Sobre todo, me sirvió comprender que entre tantas diferencias podemos convivir hasta tal punto de sentirnos identificados y apoyados en nuestras propuestas.
Los primeros pasos
Durante mi primer año como profesional en Enseña en Ecuador, fui docente en la Escuela de Educación Básica “San Juan de Jerusalén”. Ahí se empleaba una metodología innovadora: dentro de una aula de clase se recibían a 15 estudiantes; de los cuales existían niños con y sin discapacidades generalmente entre 3 y 4 tenían discapacidades notables. Este espacio educativo tiene un equipo terapéutico que apoya a docentes para realizar una integración grupal significativa; y sobre todo como una una guía muy importante para que como profes sepamos las necesidades que debemos atender en nuestros niños.
Si bien este espacio educativo me permitió entender que es posible generar espacios inclusivos o mejor dicho integradores de aprendizaje; considero que lo más importante de esta experiencia fue haber entendido la importancia que tiene en los niños asimilar que todos somos diferentes. Tuve la oportunidad de ser testigo de lo que se puede generar en un grupo de estudiantes cuando les enseñamos a valorar la diversidad; y sobre todo a entender que todos tenemos derechos y merecemos las mismas oportunidades. Que nadie vale más, ni menos que nadie y que es lindo aprender a convivir desde la aceptación del otro como parte de nuestro entorno.
Integrar o incluir
Comprendo que integrar e incluir son términos diferentes. Integrar es recibir a niños con discapacidad a un entorno educativo pero no responder completamente a sus necesidades. Integrar es todavía etiquetar, tomando como referencia un diagnóstico para elaborar adaptaciones curriculares; para que aprenda contenidos teóricos para obtener una calificación y aprobar el año.
En contraste, incluir es algo más profundo. Es repensar durante nuestro quehacer docente, es dignificar y reivindicar la experiencia educativa; porque la escuela va más allá de la transmisión de conocimientos. Se deben afianzar relaciones más allá de un diagnóstico, y basadas en una concepción personal apegada a un ideal de equidad, libertad, fraternidad. Además, se debe buscar la autonomía educativa y vital en todos los estudiantes; lo cual es un reto grande, pero depende de nosotros como docentes y de nuestra sensibilidad y actitud frente a la diversidad humana.
¿Qué está pasando ahora?
Ahora me encuentro cumpliendo mi segundo año en un centro de acogida de personas con discapacidad. Aquí promovemos un plan de vida integral a través de un equipo transdisciplinario en el que se realizan actividades; en pro de ofrecer una buena calidad de vida para personas con diferentes discapacidades profundas y moderadas en situación de abandono.
Espero en una próxima edición contarles las historias de vida que han ido impactando la mía. Sin lugar a duda servirán de mucho para empoderar a más personas; y así, que luchen por los derechos que tenemos como personas a ser incluidos tanto de forma educativa como social.
La escuela es un microsistema de la sociedad, y a través de ella se debe visibilizar la realidad y la lucha por los cambios sociales. Si logramos escuelas inclusivas en su complejidad, seguro repercutirá en nuestros estudiantes para que construyan las bases de una sociedad pensada en todos.
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