Proyecto Educación Sexual Integral: Poderosas

PODEROSAS es un proyecto para reforzar el poder de decisión de jóvenes entre los 13 y 20 años de edad através de educación integral para la sexualidad integral. Se desarrolla a partir de la realización de una serie de actividades, diálogos y ejercicios pedagógicos, siguiendo la metodología de intimidad, seguridad y confianza en círculos de mujeres y hombres extracurriculares, voluntarios e íntimos.

PODEROSAS es un proyecto para reforzar el poder de decisión de jóvenes entre los 13 y 20 años de edad através de educación integral para la sexualidad integral. Se desarrolla a partir de la realización de una serie de actividades, diálogos y ejercicios pedagógicos, siguiendo la metodología de intimidad, seguridad y confianza en círculos de mujeres y hombres extracurriculares, voluntarios e íntimos.

PODEROSAS

Mariana Sanz

Alumni de Enseña por Colombia, lidera este proyecto basado en Educación Integral para la sexualidad

¿Qué es poderosas y cuáles son sus objetivos?

La creación de estos círculos de mujeres tiene como objetivo la eliminación de barreras invisibles que obstaculizan la apropiación de derechos sexuales y reproductivos, la promoción de autocuidado menstrual (al fomentar el uso de copas menstruales/ropa interior absorbente reusable) y la prevención de violencia sexual en niñas y adolescentes de comunidades vulnerables.

Metodología del proyecto

A través de una metodología de ritualidad del círculo de mujeres. Metodología sustentada por prácticas ancestrales femeninas que fomentan la interacción de las mujeres, la toma de decisiones del grupo, el proceso de aprendizaje colectivo, los sentimientos y emociones compartidos y la idea de identidad colectiva forzada en la práctica del diálogo guiado que respeta la prevalencia de la oralidad en comunidades como las barulera. Esta metodología, a su vez, es un ejercicio político, de acción crítica, construcción colectiva, de relación práctica-teoría-práctica con relaciones horizontales. Lo anterior surgió empíricamente en el Pueblo de Barú pero fue siendo sustentando en investigación y teoría a medida que se iba desarrollando el proyecto. 

 PODEROSAS trabaja dos líneas, la primera a través de la apertura de estos círculos en territorio con participantes entre los 13 y 20 años de edad en alianza con líderes comunitarios, con instituciones educativas y/o profesorxs y la segunda a través de la formación de  profesoras, lideresas comunitarias, fundaciones u organizaciones que están en territorio y que actúan como facilitadoras. Estas facilitadoras reciben una capacitación previa por parte de PODEROSAS bajo la cual se les transfiere la metodología de trabajo y se les hace entrega del material bibliográfico y de talleres para crear un círculo de mujeres. 

La historia detrás de los orígenes de PODEROSAS

En el colegio público Institución Educativa Luis Felipe Cabrera del Pueblo de Barú, comunidad afrodescendiente en la Isla de Barú al sur de Cartagena, algunas de sus estudiantes faltaban a clase cuando tenían la menstruación. Sentían angustia e inseguridad de ser descubiertas, o de manchar su ropa, o creían estar sucias y tenían miedo a ser rechazadas por tener la menstruación. El salón de clase no era el lugar apropiado para hablar de esto, por la discriminación y rechazo de los estudiantes hombres y por la vergüenza de las mujeres. Siendo profesora del colegio, Mariana Sanz de Santamaría, parte del programa Enseña por Colombia (Red – Teach For All) en octubre del 2018, decidió entonces, como iniciativa personal, invitar a las niñas de 10° y 11° a un espacio extracurricular para hablar sobre la menstruación y enseñarles a usar la copa menstrual como alternativa para una mejor salud menstrual y manejo de higiene menstrual.

En los talleres que iniciaron a raíz de esta iniciativa, la profesora Mariana se dio cuenta del desconocimiento que existía alrededor del tema, y que estaba permeado de tabú y mitos alrededor de su cuerpo, su menstruación y su sexualidad. Aunque el objetivo inicial estaba enfocado a hablar sobre la menstruación y ofrecerles una alternativa de autocuidado menstrual, fueron las jóvenes participantes quienes manifestaron su deseo de abordar otros temas sobre los que tenían curiosidad y de los que nadie hablaba: embarazos no deseados, maltrato hacia las mujeres, sexualidad, amor, etc. 

Fue así como nació Baruleras Poderosas, el primer círculo de mujeres que abrió un diálogo íntimo, en confianza y sororidad que se encontraba todos los sábados para hablar de lo que no se hablaba ni en la comunidad, el hogar, el colegio, u otros espacios sociales. Esto, con el objetivo de abordar y combatir las barreras invisibles por desconocimiento, creencias, imaginarios colectivos, estigmas y desigualdad de género, y permitir la apropiación de las participantes de su poder de decidir sobre sí mismas y su cuerpo, fomentando el amor propio, el autoconocimiento, el autocuidado menstrual, el conocimiento de sus derechos sexuales y derechos reproductivos, y una sexualidad plena. 

Reflejando las prácticas comunitarias del pueblo, las participantes le contaron a sus amigas y familiares acerca de lo que estaban aprendiendo. Esto motivó a niñas de la comunidad de Orika, en Isla del Rosario, y de la comunidad de Santana, el corregimiento vecino al pueblo de Barú, a contactar a las participantes y a la profesora Mariana, pues ellas también querían “ser poderosas”. Fue así como la profesora formó a algunas de sus participantes, quienes había manifestado su voluntad de enseñarle a otras, para que fueran lideresas y replicaran lo aprendido en otras comunidades.

Este proceso fue documentado y compartido a través de redes sociales, alcanzando una difusión inesperada, y ocasionando reacciones en distintos lugares del país. Lo que llevó a que un grupo de personas, de distintos ámbitos profesionales, se pusieran en contacto con su fundadora, buscando participar y contribuir con la iniciativa, o incluso replicarla en sus propias comunidades, manteniendo la metodología de intimidad, seguridad y confianza en círculos extracurriculares, en los que primara la oralidad y el diálogo, ya que este fue precisamente uno de los elementos que posibilitó el éxito de su primer piloto.

De esta manera, a partir de Baruleras Poderosas, se consolidó  lo que es hoy PODEROSAS, y que tiene como objetivo general reforzar el poder de decisión de los participantes, a partir de la apropiación de sus derechos reproductivos y sexuales, del autoconocimiento de sus propios cuerpos y de la construcción de una identidad libre e informada mediante el cuestionamiento de los roles de género tradicionales, que permita construir un futuro acorde a sus intereses, metas y sueños.

Lecciones, retos y anhelos  

El proceso educativo debe ayudarnos a crecer y desarrollarnos como seres humanos miembros de una sociedad, en el ejercicio del pleno goce de nuestros derechos. PODEROSAS es espacio para romper con las inequidades y barreras de todo tipo para el acceso a estos derechos, específicamente a los derechos sexuales y derechos reproductivos, a prevenir la violencia, evitar los embarazos no deseados y así mismo la consecución de proyectos de vida decididos libre e informadamente. La calidad educativa se ve truncada por la deserción escolar y el ausentismos escolar que es causada por múltiples factores, entre ellos, el mal manejo de la menstruación, el embarazo adolescente, la inequidad de género y la violencia sistematizada. Hablar de lo que no se habla en un espacio seguro permite abrir esa conversación en cada hogar, en espacios escolares y colegios contribuye a que las niñas, niños y adolescentes vivan un proceso educativo y una vida coherente con esta visión, en contextos donde nuestro sistema educativo todavía falla en romper con estas inequidades o las replica.

Así mismo se forman estudiantes más seguros y por tanto más participativos en clase, que potencien la capacidad de toma de decisiones y su liderazgo. En PODEROSAS repetimos constantemente que siempre que una persona habla merece ser escuchada. Planteamos nuevas formas de resolver problemas a través del diálogo y el encuentro. Fomentamos la tolerancia y la libertad de expresión.

El mayor desafío es convencer que esto es una necesidad de primer nivel y que por tanto necesita de voluntad institucional, política y comunitaria para incentivarlo. Y por tanto, como todo emprendimiento social, el mayor desafío es la captación de recursos para ser sostenible y replicable.

Nuestra visión es poder llegar a todas las comunidades de Colombia y que todas las niñas, niños y jóvenes del país tengan el poder de decidir sobre su cuerpo y su vida. 

Escucha nuestra participación en el Podcast sobre Educación Sexual Integral.

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